Una nueva paleta emocional
Los colores cálidos dominaron el escenario. Tonalidades como el cobre, ladrillo, salmón y cherry aportaron intensidad y sofisticación, mientras que los acentos en burdeos, cognac y amarillos —especialmente en terciopelos— crearon atmósferas acogedoras y elegantes. En contraste, los tonos fríos como aqua, celeste y turquesa ofrecieron frescura, y el verde, en piezas de gran escala, reafirmó su lugar como símbolo de naturaleza y equilibrio.
Formas que abrazan y envuelven
Las curvas continúan siendo protagonistas. Sofás seccionales de gran formato, bases al ras del suelo y brazos que parecen abrazar el cuerpo del mueble refuerzan la idea de contención y confort. En mesas de centro, las composiciones modulares con piezas de diferentes alturas sugieren movimiento y flexibilidad. Las mesas laterales y los espejos, por su parte, adoptan formas orgánicas e irregulares, reflejando una estética menos rígida y más fluida.
Texturas, materiales y detalles que cuentan historias
Se impone una materialidad con más carácter. El terciopelo, bouclé, chenilla, lanas gruesas y cueros suaves aportan riqueza táctil a cada pieza. En mesas de comedor, los tableros ultra delgados y las bases ligeras se combinan con colores audaces, alejándose de los neutros tradicionales. El mármol travertino con cantos boleados fue una de las grandes novedades, sumando una suavidad inesperada al material pétreo.
Diseño con conciencia
La sostenibilidad deja de ser tendencia para convertirse en estándar. Vimos madera reciclada, materiales orgánicos y procesos de fabricación más responsables. Este compromiso se traduce en piezas que no solo son bellas, sino también alineadas con un estilo de vida más consciente.
Iluminación como escultura
Las lámparas dejan de ser accesorio para convertirse en punto focal. Con formas nostálgicas y proporciones audaces, se transforman en piezas escultóricas capaces de definir toda una atmósfera.
Desde la forma hasta la intención, el diseño de interiores se mueve hacia una sensibilidad más emocional, envolvente y conectada con lo esencial. Un nuevo lujo que no solo se ve, sino que también se siente. ¿Con qué tendencia te identificas más?
Tendencias de interiorismo 2025